El dulce abismo

Aún con un puñado de escaños oscilando entre unas y otras formaciones, el cuadro de estas Elecciones Generales 2015 parece ya, a estas horas de la noche y con casi el 100% escrutado, bastante definido. El titular podría conjugarse en base a dos núcleos fundamentales: la mayoría absolutista del Partido Popular da paso a un Parlamento altamente fraccionado e ideológicamente polarizado. Un tercer núcleo, que parecía cantado, el fin del bipartidismo, queda en veremos porque no parece que los resultados lo certifiquen de un modo incuestionable. Podemos y Ciudadanos irrumpen de forma brillante, sí, pero insuficiente: el futuro Gobierno de España continuará orbitando entre PSOE y PP.

He tomado prestado el título de una canción de Silvio Rodríguez porque refleja a la perfección el escenario que se abre a partir de este domingo: un dulce abismo. Dulce porque se acaba con la mayoría absoluta que tan mal ha gestionado el PP de Rajoy y abismal porque, por primera vez en la historia de nuestra democracia, no hay una sola formación en disposición de garantizar la presidencia y la gobernabilidad. Porque las urnas dejan un panorama de incertidumbre.

Esta circunstancia no es en sí negativa. Muy al contrario, quizá por primera vez desde 1977 tenemos la oportunidad de contemplar en todo su esplendor el verdadero funcionamiento de un sistema parlamentario. Es decir, del diálogo, el debate, el consenso, el acuerdo y el pacto. Democracia en estado puro. Un modelo que evita posturas arrogantes y de sesgo totalitario como las que han presidido la Legislatura que agoniza. Y un modelo que puede poner coto a las medidas antisociales y reaccionarias, claramente involucionistas, del PP.

Sin embargo, los riesgos también son evidentes. Uno de los más preocupantes es el bloqueo, y a éste pueden llevar posturas partidistas alejadas del interés general, el encono en torno a posiciones inflexibles e incluso la atomización de formaciones, como Podemos, que en realidad son la suma de múltiples formaciones, con lo que esto puede suponer de disensión en asuntos sensibles.

Por lo demás, como decía al principio, esperaba una mayor presencia de las formaciones emergentes e incluso de Izquierda Unida. Podemos ha sido la que mejor ha sabido canalizar todas esas expectativas de cambio y tiene la responsabilidad de que esas ilusiones y esas esperanzas no mueran en los próximos cuatro años. Rajoy y Sánchez salen muy tocados, más el primero que el segundo, pues la intransigencia de los últimos años le sitúa en una situación más que comprometida para lograr acuerdos más allá de Ciudadanos. Ni nacionalistas ni partidos de izquierda, con alguna excepción menor, estarían dispuestos, a priori, a quemarse ante su electorado aliándose con el que hasta ayer se erigía en su peor enemigo.

Ahora, sí, se acaba la Transición. Lo que queda por delante es un reto apasionante y en ningún caso imposible. Hay numerosas democracias consolidadas, en países de nuestro entorno, en los que los pactos y acuerdos entre tres o más formaciones forman parte de su cultura parlamentaria. En un país como el nuestro, que salió de una dictadura para pasar a un sistema regido por sólo dos opciones, un sistema pseudocaudillista también en la práctica, esta nueva situación provoca vértigo. Pero un vértigo esperanzador que puede marcar un nuevo futuro en la política y en la construcción en común de este país. Vértigo, quizá, pero vértigo ante un abismo excitante. Un dulce, dulce abismo.

Algunos de mis tuits en la jornada electoral:

Manuel M. Almeida (Las Palmas de Gran Canaria, 1962) es periodista y escritor. Ha publicado las novelas ‘Tres en raya’ (1998, Alba Editorial) —finalista del Premio Internacional Alba/Editorial Prensa Canaria, 1997—, ‘Evanescencia’ (Mercurio Editorial, 2017) y 'El Manifiesto Ñ' (Editorial Siete Islas, 2018), así como las colecciones de relatos ‘El líder de las alcantarillas’ (Amazon, 2016) y ‘Cuentos mínimos’ (Mercurio Editorial, 2017), además de poesía y narrativa recogida en su blog mmeida.com, redes sociales, revistas y periódicos. De 2004 a 2014 mantuvo el blog mangaverdes.es, con el que cosechó seis premios internacionales, entre ellos al Mejor Comunicador en Internet (Asociación de Usuarios de Internet, 2010). Como periodista ha trabajado, entre otros medios, en Cadena 100, ‘La Gaceta de Las Palmas’, ‘La Provincia’, revista ‘Anarda’, ‘La Tribuna de Canarias’, ‘El Mundo/La Gaceta de Canarias’ o ‘Canarias7’, ejerciendo en los tres últimos el puesto de subdirector. Ha publicado dos trabajos discográficos como cantautor, ‘Nueva semilla’ (Diva Records, 1990) y ‘En movimiento’ (Chistera, 1992). Actualmente dirige DRAGARIA. Revista canaria de literatura.

2 Comentarios

  1. Hola Manuel, muy buenas poesías y relatos he visto en este nuevo blog (por lo menos nuevo para mi), no sabia que lo tenias ya que hacia mucho que no navegaba con profundidad la red.

    Me gusto mucho este articulo que aun habiendo llegado tarde me hace acordar a la también muy politizada (por suerte) Argentina de los últimos años.

    Hoy luego de mucho tiempo sin navegar la red ingrese a mangas verdes y me di con que no publicabas mas allí, por suerte vi el cartel que me trajo hasta aquí. Yo también cambie varias veces de blog y de dominio, comencé siendo un blogspot de poesías para luego sumarle también cartas de amor.

    Es muy hermoso lo que leia en mangas verdes y el oficio que tenias para escribir era único, espero poder ahora seguirte por aqui y leerte seguido. Ya estas añadido a mis favoritos.

    Estoy para lo que necesites, un servidor.

    Jose Moyano

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