Este vídeo que abre el post posiblemente nos diga todo lo que necesitamos conocer del prodigio que caracteriza a las especies conocidas como rosas de Jericó, nombre que en esencia designa a la ‘Anastatica hierochuntica‘, una planta procedente de los desierto de Arabia y el Mar Rojo, capaz de ‘volver a la vida’ –en realidad no muere– tras meses e incluso años de permanecer completamente seca, aparentemente muerta, y así capear los períodos de sequía para volver a revivir en cuanto las condiciones –humedad o agua abundante– le sean favorables.

"El proceso de secado y reverdecer es completamente reversible y se puede repetir muchas veces. La capacidad de la planta para hacer esto se atribuye a la presencia de trehalosa, un azúcar disacárido involucrado en varios mecanismos de criptobiosis. Aunque la planta rehidratada a veces se describe como la extinción de las nuevas hojas, flores y frutos, esto es discutido, en cambio, las semillas pueden germinar y brotar a veces en nuevas instalaciones al estar presente en el fruto de la planta madre muerta".

En este time-lapse de Sean Steininger lo que en realidad podemos observar es el proceso de recuperación de la planta de la resurrección (‘Selaginella lepidophylla‘), originaria del desierto de Chihuahua, en América del Norte, a la que, por su parecido comportamiento biológico se le denomina también a veces rosa de Jericó.

Aquí abajo podemos ver la diferencia entre una y otra. A la derecha, la ‘Anastatica hierochuntica’ y, a la izquierda su ‘prima’ mexicana:

A la rosa de Jericó propiamente dicha se le atribuyen desde tiempos remotos propiedades de todo tipo, desde las más funcionales, como las de adivinar el clima o ahuyentar a los mosquitos; hasta las más que dudosas, esotéricas y ‘milagrosas’, como «prosperidad y éxito», «talismán contras la energías negativas» o «protección».

En cualquier caso, y tal y como nos muestra el vídeo, su principal propiedad, en cualquiera de sus variantes, radica en su belleza y en ese espectacular proceso biológico que las convierte en auténticas maravillas de la naturaleza, en auténticas aves fénix del mundo vegetal.

Manuel M. Almeida (Las Palmas de Gran Canaria, 1962) es periodista y escritor. Ha publicado las novelas ‘Tres en raya’ (1998, Alba Editorial) —finalista del Premio Internacional Alba/Editorial Prensa Canaria, 1997—, ‘Evanescencia’ (Mercurio Editorial, 2017) y 'El Manifiesto Ñ' (Editorial Siete Islas, 2018), así como las colecciones de relatos ‘El líder de las alcantarillas’ (Amazon, 2016) y ‘Cuentos mínimos’ (Mercurio Editorial, 2017), además de poesía y narrativa recogida en su blog mmeida.com, redes sociales, revistas y periódicos. De 2004 a 2014 mantuvo el blog mangaverdes.es, con el que cosechó seis premios internacionales, entre ellos al Mejor Comunicador en Internet (Asociación de Usuarios de Internet, 2010). Como periodista ha trabajado, entre otros medios, en Cadena 100, ‘La Gaceta de Las Palmas’, ‘La Provincia’, revista ‘Anarda’, ‘La Tribuna de Canarias’, ‘El Mundo/La Gaceta de Canarias’ o ‘Canarias7’, ejerciendo en los tres últimos el puesto de subdirector. Ha publicado dos trabajos discográficos como cantautor, ‘Nueva semilla’ (Diva Records, 1990) y ‘En movimiento’ (Chistera, 1992). Actualmente dirige DRAGARIA. Revista canaria de literatura.