Hay algo en tu piel que desconozco
como se desconoce el sueño que olvidamos,
tan ignoto como tu sonrisa,
inexplorado como tu calma.
Tu presencia es tan indescifrable
como el eco de mil aves inflamadas,
y no por intentar aprehenderte
obtengo indicios de tu esencia.
Hay algo en ti que se diluye
con cada intento de precisarte
como si niebla o espuma,
como si espíritu cálido y denso.
Tu rostro, impenetrable,
tu mirada fosforescente, cegadora.
Lo tuyo es misterio espejismo,
promesa de lluvia,
transparencia parda y nebulosa.
Lo tuyo es abismo incierto,
lo tuyo no tiene imagen,
lo tuyo es abracadabra,
lo tuyo no tiene espacio,
lo tuyo es hito futuro,
lo tuyo no tiene edad,
lo tuyo es antimateria,
lo tuyo… no tiene nombre.